La investigación en la Universidad de San Buenaventura Cali (Los estudiantes)



Fray Álvaro Cepeda van Houten, OFM

Me gustaría comenzar estas breves palabras evocando a uno de los hermanos franciscanos que mayor renombre ha dado a nuestra comunidad, por su temprano compromiso con el pensamiento científico moderno: Guillermo de Ockham.

En esta ocasión es oportuno recordar a este filósofo que insistía, por medio de su método nominalista, en que la comprensión de los fenómenos naturales sólo es posible hacerla a través de la observación crítica que nos brinda la lente de la razón y experimentar a través de ella para poder intuir el concepto puro, óntico (de la cosa en sí). En este sentido, Guillermo de Ockham vio en la voluntad del hombre la capacidad que se requiere para comprender los designios de la naturaleza. Para ello requirió de todos sus esfuerzos racionales y de la disciplina necesaria que lo convirtieron en uno de los padres del pensamiento moderno.

Hoy más que nunca este ejemplo es válido en su método y su propuesta de hacer de la ciencia un principio que permita comprender los fenómenos sociales y físicos, de forma clara, precisa y sencilla. Lo contrario es mera especulación, en palabras de Ockham. Con esta figura me gustaría recordarles –apreciados estudiantes y profesores– que el espíritu científico humanista recorre por las aulas de esta alma máter y que sólo requiere de nuestra atención y cuidado para que florezca nuevamente con toda su grandeza y le aporte a la sociedad lo mejor de nuestros esfuerzos intelectuales.

Ustedes son un ejemplo de ello; hombres y mujeres comprometidos con el saber de las profesiones que han elegido para su vida. Con este sencillo homenaje, la institución quiere reconocer el esfuerzo y el compromiso del que ustedes han dado prueba, destacándose como los mejores de sus cursos. Más aún, este logro nos estimula a continuar con el interés de seguir creando una cultura de la investigación bonaventuriana, en un momento en que el conocimiento científico atraviesa por una profunda crisis, a pesar de que estamos viviendo, según Castell, en la sociedad del conocimiento. Un momento paradójico porque jamás el hombre en su historia había podido tener a su disposición toda la cantidad de información que hay en las redes globalizadas; pero a la vez pareciera que ante tanta información su pensamiento crítico haya sufrido una sobrecarga que lo ha dejado perplejo y nadando en un sinfín de información que no comprende o a la cual no quiere acceder. Insisto, el logro que hoy celebramos puede potencializarse y muy posiblemente hacer de ustedes unas personas comprometidas con su profesión y el saber que les ofrece esta casa de estudios, la cual sabrá agradecerles sus esfuerzos en el futuro.

Los éxitos obtenidos por su compromiso académico los obliga a continuar esforzándose por lograr mayores resultados. No hay que dormirse en los laureles. “Porque camarón que se duerme…”. Por cierto, hay que continuar con un proceso de formación académica que va más allá de las aulas y del programa curricular.

Para hacer de este bello valle una región cada día más fuerte en términos de desarrollo económico y científico, se requiere que sus gentes, y en particular sus estudiantes, asuman una responsabilidad real con su labor discente. Máxime, si en este momento estamos atravesando por una situación social que demanda del esfuerzo de sus mejores gentes, ustedes, los estudiantes que hoy nos acompañan.

Sea pues esta una oportunidad para invitarlos a que continúen mejorando su formación profesional, más allá del conocimiento que les brindan sus profesores. Para lograrlo, y a riesgo de parecer “un padre demasiado cascarrabias”, quisiera hacerles una invitación dirigida a continuar dando pasos con el objetivo de crear una cultura de la investigación en nuestra institución. Oigan, pues, algunas tácticas básicas para lograrlo:

-     Continúen fortaleciendo su formación por medio de lecturas críticas y que necesariamente no aparecen en sus programas académicos. Redescubran nuestra biblioteca.

-     No olviden cuál es su compromiso como estudiantes: estudiar y ser los mejores.

-     Asuman un hábito de lectura permanente y constante. La perseverancia es la madre de todas las victorias.

-     Pregúntenle a sus profesores más queridos cuál es la otra lectura que no aparece en el programa.

-     Vincúlense a los semilleros de investigación de sus facultades, las sorpresas intelectuales serán gratas.

-     Participen en las investigaciones de sus profesores por medio de preguntas. Desde la perspectiva de ustedes los jóvenes, sus inquietudes contribuyen a hacer más complejos nuestros interrogantes e investigaciones.

Soñemos pues con una universidad posible y comprometida con la investigación y bajo los principios que nos trazó Guillermo de Ockham.

¡Muchas gracias y éxitos en lo que resta de sus estudios!

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